Hoy me acordé cómo fue que supe que el azúcar funciona para detener hemorragias.
Tendría 6 o 7 años, no más, me acuerdo que caminábamos por una calle céntrica, había bastante gente, yo iba unos pasos detrás de ellos.
Ellos, eran mis hermanos y mi madre, no sé a dónde iríamos, no teníamos a nadie por allí, o esa era mi sensación.
Mi hermana Maria, vendría mirando el suelo y por ese motivo no vio delante suyo un poste de luz, su frente comenzó a sangrar, ella lloraba, mi madre seguía su paso sin escuchar mi llamado, la gente comenzó a rodearnos, el mozo de un bar sacó de su bolsillo un sobrecito de azúcar y lo volcó en su frente.
La sangre frenó.
Mi madre no.
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